Ruta de Los Molinos

Para comenzar esta ruta, nos tendremos que dirigir al pueblo de La Hocajada. En El Barco de Ávila, sale una carretera secundaria que nos lleva, a unos 8 km de distancia, hasta el pueblo de partida.

Llegamos al pueblo de La Horcajada, y casi nada más entrar, veremos a la izquierda la ermita de los Santos Mártires. Iremos hacia ella, ya que es el punto de inicio de la ruta.

Nos dirigiremos por una calle de cemento, que nos va a conducir a las afueras del pueblo. Esta calle está a las espaldas de la ermita, y no tiene perdida, ya que nos lleva a una ancha pista flanqueada por paredes de piedra y prados. Es la calle de la Coba. Camino muy evidente, coincidente con un S.L., que no aban­ donaremos por otros menores, siguiendo siempre en la misma dirección, en ligera bajada, hacia el río.

En el km 3,2 (WP 1), cuando la calle se ha estre chado ligeramente, llegamos a un pequeño cruce de cuatro caminos. En este punto termina el S. L.. Tomamos el de la derecha, ya más estrecho, para apenas cien metros después, encontrarnos con una noria de piedra. Aquí el camino se bifurca en dos calles más estrechas, de frente continuamos nuestra ruta y a la izquierda entramos en el poblado de La Veguilla. Es interesante hacer una visi ta a este lugar, donde se encuentra el primero de los molinos que aún permanecen en esta parte del río. Aunque el estado general de todos ellos es de abandono e incluso ruina, todavía podremos observar algunos de los elementos constructivos y de maquinaria, que hacían posible que todo esto haya estado funcionando durante años. Este pequeño poblado está compuesto por cuatro o cinco casas en ruinas y el molino propiamente dicho está pegado al río. En un paraje singular y en la parte alta del poblado podemos observar algunos aterrazamientos, vestigio de antiguas huertas. Se cree que en origen era un aljibe árabe. Tenía dos partes bien diferenciadas: el molino y una pequeña central hidroeléctrica que abasteció de electricidad al pueblo de La Horcajada (125 vol tios), hasta principios de los años 70.

Retomamos la ruta, volviendo a la noria y siguiendo por la calleja que sube ligeramente a la izquierda. Al principio, nos encontraremos piedra suelta, e iremos girando hacia la izquierda, km 3,9, por la calle encajonada entre dos paredes de piedra. Esta calle continua en bajada hacia un claro en el que hay unas grandes encinas. Continuamos de frente, donde el camino se marca claramente. E n el km 4,3 aproximadamente, giramos ligeramente a la derecha, paralelos a una pared de piedra, que queda a la izquierda, y en la que podremos ver unos vallados de piedra circulares, en los que se amontonaba el heno, formando ameales. Continuamos en la misma dirección, teniendo como referencia la ribera del río a la izquierda, hasta llegar a un cruce, en el km 5,1 (WP 2) en el que se encuentra en una pequeña cuestecilla, y que está delimitado a la derecha por dos grandes encinas.

Tomamos el camino de la izquierda, que se adentra en una calle estrecha, y que unos doscientos metros más abajo, km 5,3 (WP 3) nos va a llevar a encontrarnos con un canal de agua, que nos corta en diagonal por la izquierda, salvado por una pasadera de piedra. Es e. canal del molino de Arriba o de los Filos, que tenemos casi en frente unos metros más ade­lante. Podemos adentrarnos en el pequeño poblado y buscar los restos del molino, todavía en pie, rodeado de una abundante vegetación, que parece quisiera esconderlo en la misma ribera para siempre. Un derrumbe parcial, a modo de gran herida, nos dejará ver sus entra ñas, con toda la maquinaria bastante bien conservada.

ATENCIÓN, hay que tener una especial precaución a la hora de adentrarse en el moli no, cuidar donde se pisa. Si queremos curiosear, desde fuera se ve prácticamente todo.

Continuamos la ruta, saliendo por donde hemos entrado, para dirigirnos ala pasadera de piedra que cruza el canal. Pasaremos al otro lado hacia una calle estrecha con el suelo tapi zado de rollos de piedra y con algo de agua. La tomaremos en línea recta hasta un montí culo, que pasaremos para girar inmediatamente a la derecha, buscando las huellas de un camino de doble rodada que irá apareciendo con claridad a los pocos metros. Continuamos con el río a la izquierda, e incluso el camino pasará un poco más adelante, al lado de la ori Ila. En el km 5,8, nos cruzamos con un pequeño arroyo, que pasaremos, para continuar el camino al otro lado, ahora convertido en una pista ancha y clara. Este arroyo puede ver aumentado o disminuido su caudal en las diferentes épocas del año. Cuando más, como mucho, nos costará un remojón de pies el cruzarlo,

La pista gira a la izquierda y pasa entre huertas en la vega llana, continuando hasta un cruce, km 6,5 (W P 4), desde el que divisamos al fondo a la izquierda, el molino de Abajo o de los Petos. A la derecha, a unos trescientos metros, oculto entre la vegetación, llegaríamos al Molino del Batán difícil de localizar si no tenemos la suerte de encontrarnos con algún lugareño que nos indique. El punto de acceso lo veremos a la derecha del camino, ya que hay un estrecho canal de agua, muy singular, realizado con piedras labradas, y que se dirige entre la vegetación a una noria abandonada,

Volviendo al cruce, girando a la izquierda, a los pocos metros estamos en el poblado, el mejor conservado de los cuatro. El primer edificio que nos encontramos a la izquierda, y que se halla apartado del resto, es el molino. Atravesamos la zona de casas, cruzando un canal de agua, para dirigirnos a la izquierda por una senda al lado de unos canchales de piedra. En ligera subida, nos alejamos del lugar, continuando por un camino que suaviza su trazado, y que nos lleva hasta unos corrales de piedra, cuyos vallados están construidos con unas piedras muy peculiares.

Continuamos por el camino, ya más ancho, dejando estas construcciones a la derecha. Nada más dejarlas atrás, el camino se bifurca en el km 7,2 (WP 5), continuando la ruta hacia la derecha, por un camino ancho. Por la izquierda nos dirigiríamos a una callejuela estrecha, más cerca del río. A la izquierda, casi pegada al camino, podremos observar una noria de cerca con todo detalle.

Después de una serie de curvas a derecha e izquierda, pasamos al lado de una caseta, ‘ situada por delante de una regadera de agua, llegando a un cruce en el km 7,6 (WP 6). Continuamos por la derecha, ya en una pista muy ancha y rodeados de un paisaje diferente, dominado por dehesas de encinas y prados. Vamos a continuar por la pista en la misma dirección , sin abandonarla. En el km 8,6 llegamos a un cruce, continuando de frente.

Unos cuatrocientos metros más adelante, (WP 7), la pista desemboca en otra que sube por la izquierda. Nos incorporaremos hacia la derecha, en ligera subida, ya en dirección a La Horcajada. La pista es ancha y continua en la misma dirección. En el km 9,7 pasaremos al lado de un crucero de piedra situado a la derecha del camino. Veremos una calle más estrecha de frente, que lleva al pueblo, pero que no tomaremos, continuando siempre por la pista.

En el km 10,8, desembocaremos de nuevo al principio de la ancha calle de la Veguilla, viendo ya muy cerca La Horcajada. No tendremos más que girar a la izquierda y unos quinientos metros más adelante, después de poco más de 11 kilómetros estaremos mos de nuevo en el pueblo.